La policía de Brasil liberó este 10 de marzo de 2012 "por cuestiones humanitarias" a casi 600 personas detenidas tras el asalto a sedes oficiales el domingo en Brasilia, con el que buscaban la caída del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
"Fueron liberados 599 detenidos, por lo general ancianos, personas con problemas de salud, en situación de calle y madres acompañadas de niños", indicó la Policía Federal en un comunicado.
Las autoridades detuvieron a más de 1,500 personas tras las invasiones a los edificios de la Presidencia, la Corte Suprema y el Congreso, protagonizadas por seguidores del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.